Pienso y veo, luego siento y hago : un modelo integrado y computacional de la mente : estímulo, procesamiento de la información, respuesta y consecuencia

Fecha

2013-09-27

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Editor

Universidad de Flores

Resumen

En más del 95% de los casos en la vida diaria, antes de sentirse una emoción, el estímulo externo o interno que lo genera es procesado por la corteza cerebral en forma cognitiva (pensamientos o diálogos internos) y sensorial (representaciones de los sentidos: vista, oído, tacto, gusto, olfato). Luego, la información pasa a las estructuras del cerebro límbico en el centro del cerebro, el cual sustenta dicha emoción (“el significado subjetivo y sentido de una experiencia”). Aunque el hombre existe hace más de un millón de años, sólo desde los últimos 50-100.000 contó con el lenguaje, correlato del pensamiento, como parte de su evolución. Antes de ello dependía sólo de los sentidos y las emociones. Este desarrollo filogenético de la especie, se reproduce en el recién nacido, en forma ontogenética. El bebé sólo siente sensaciones y emociones hasta los 6 meses, luego comienza a manejar imágenes internas y recién alrededor de los 2 años, los conceptos abstractos del lenguaje. En situaciones excepcionales de peligro o urgencia, no hay tiempo para el procesamiento cortical y el estímulo pasa directamente a la amígdala cerebral, la cual produce una respuesta refleja sin intervención cortical. La corteza puede tomar luego conciencia de dicha respuesta, generalmente del tipo de lucha-o-fuga.

Descripción

Palabras clave

ESTIMULO, EMOCIONES, COGNICION, RETROALIMENTACION

Cita

Kertész, R. (2014, septiembre 27). Pienso y veo, luego siento y hago : un modelo integrado y computacional de la mente: estímulo, procesamiento de la información, respuesta y consecuencia [Ponencia]. IIª Jornada de Investigación en Psicología. Escuela Sistémica Argentina, Universidad de Flores.